El gobierno de Donald Trump ha decidido revocar el Estatus de Protección Temporal (TPS) que beneficiaba a más de 300,000 venezolanos en Estados Unidos, según un informe de The New York Times. Esta medida implica que aquellos que obtuvieron el TPS en 2023 perderán su estatus de protección 60 días después de la publicación oficial del aviso de terminación por parte del gobierno.
Los venezolanos afectados quedarán expuestos a la posibilidad de deportación a su país, a menos que consigan otro estatus migratorio que les permita permanecer legalmente en EE.UU., como un trámite de asilo.
Además, hay un grupo adicional de más de 250,000 venezolanos que tienen TPS hasta septiembre y, aunque no se verán afectados inmediatamente, su situación también podría cambiar en el futuro.
La decisión fue tomada por la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien argumentó que las condiciones en Venezuela ya no justifican la extensión del TPS. Esta revocación se produce en un contexto donde Trump busca implementar políticas más estrictas contra la inmigración.